El ciclón Roslyn ha tocado tierra este domingo como huracán de categoría 3 en el estado mexicano de Nayarit, en el oeste, y se ha debilitado a tormenta tropical a su llegada al estado de Durango, en el norte del país, asegura el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Varios estados del norte de México están en alerta por lluvias intensas y fuertes. Cientos de personas han sido evacuadas de sus hogares y la Coordinación Nacional de Protección de México ha pedido a la población que permanezca «en resguardo hasta que las autoridades indiquen que ya no hay peligro».
También avisó que tenía listos 583 refugios temporales en Jalisco y Nayarit, donde el paso de Roslyn ya ha provocado graves inundaciones y avalanchas de lodo. El centro Nacional de Huracanes ha advertido de los potenciales impactos mortales que el huracán podría generar.
Varios turistas también se han visto afectados por las consecuencias del huracán, entre ellos Carion Makianson, procedente de Nueva Zelanda: «Por la noche, el sonido de los truenos era muy ruidoso, aunque también emocionante. Nuestra habitación se inundó, llegamos a tener 10, 20 centímetros de agua en el suelo, pero sí, estos fueron los únicos daños».
Los ciclones tropicales azotan México cada año en sus costas del Pacífico y del Atlántico, normalmente entre mayo y noviembre.
A finales de este mayo, Agatha, la primera tormenta del Pacífico de la temporada, azotó la costa del estado sureño de Oaxaca, donde las fuertes lluvias en los pueblos de la montaña causaron la muerte de 11 personas.