Con la nueva ley, el ocio sólo será accesible para los vacunados y los que hayan superado el Covid. La presión hospitalaria obliga a trasladar a enfermos a países vecinos.
Alemania impondrá la llamada regla 2G para intentar romper la ola de coronavirus que azota el país, que ante las cifras de contagios récord que se están registrando se ha visto obligado a trasladar a enfermos Covid a países vecinos por sobrecarga del sistema hospitalario. La regulación 2G es una especie de salvoconducto para vacunados y personas que ya han superado la enfermedad, el único grupo que a partir de ahora podrá llevar una vida normal y sin restricciones.
El ocio, la cultura, las instalaciones deportivas y los puntos de venta que sirven comida solo serían accesibles para quienes estén posesión del certificado 2G. Las reglas entrarían en vigor, como ya lo han hecho en muchas partes del país, cuando la tasa de hospitalización sea de tres enfermos Covid por cada 100.000 personas en la última semana. Si la tasa se mantiene por debajo de 3 durante cinco días seguidos, las restricciones pueden aliviarse. Los niños menores de 18 años, la gran mayoría de los cuales no están vacunados, están exentos de la regla. Si la tasa sube por encima de 6, incluso aquellos que estén vacunados o que se hayan recuperado de Covid-19 tendrán que presentar una prueba de coronavirus negativa para acceder a las instalaciones públicas. Sería la llama regla 2G Plus.
La imposición de la norma 2G ha sido una de las conclusiones más llamativas de la conferencia que la canciller en funciones, Angela Merkel, ha celebrado con los ministros presidentes de los «Länder». La reunión, en formato telemático, estuvo precedida de la aprobación en el Bundestag de una nueva ley de infecciones. La ley, que aún ha de pasar el filtro del Bundesrat, sustituirá a la aprobada el pasado año para dar base legal al estado de emergencia y que expira el próximo día 25.
La segregación de la población en función de la inmunidad adquirida a través de la vacunación o por haber superado la enfermedad era una crónica anunciada, tanto que los tres partidos que negocian la formación de Gobierno eran contrarios al cierre de la economía, confinamientos, cierres de escuelas y restricciones a la movilidad impuestos en el pasado para evitar la propagación del virus. Su apuesta pasa por la vacunación y el aumento de la presión a quienes, por las razones que fuera, no lo han hecho. «El cumplimiento de las regulaciones de acceso será monitoreado de manera consistente e incluso más intensa que antes», recoge el documento probado por el Gobierno federal y los «Länder» en previsión, como ya ha sucedido de fraude en la concesión de certificados o simplemente de falsificaciones. »
Merkel cree que la situación es «desesperada» y advirtió del «drama» que podría producirse una vez se retiren a los estados federados los instrumentos de contención con la nueva ley, que cuenta de antemano con la oposición de los «Länder» gobernados por los conservadores de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y los bávaros de la Unión Socialcristiana (CSU).
El punto de fricción entre el Partido Socialdemócrata (SPD), Verdes y Liberales (FDP) con el bloque conservador toca directamente al ordenamiento federal y el margen de maniobra de los «Länder». La normativa impulsada por el tripartito en ciernes elimina la base legal que ha permitido la declaración del estado de emergencia y a los estados federados dictar restricciones de gran alcance prácticamente por decreto, como toques de queda, cierre del comercio o de escuelas.
El SPD, Verdes y FDP ya no quieren hacer posible este tipo de medidas, salvo en el terreno recreativo, cultural o deportivo y a condición de las restricciones pasen por los distintos parlamentos regionales. El abanico de medidas que contempla la ley de la futura coalición de Gobierno va desde el refuerzo de las medidas de higiene hasta la introducción de controles en residencias de ancianos, puestos de trabajo, transporte público y espacios públicos en general. Ya no será posible el cierre completo de sectores, pero si el establecimiento de restricciones en función del grado de inmunidad de los ciudadanos. Se establecen tres grupos, el de vacunados, sanados y con test negativo (3G), el 2G y 2G Plus. Los «Länder» gobernados por la CDU/CSU amenazan con bloquear la ley en el Bundesrat si no se les dan más opciones de restricciones y cierres. «Las nuevas disposiciones eliminarían los poderes de los gobiernos regionales», criticó el diputado Thorsten Frei en el debate parlamentario.
El futuro tripartito quiere apostar por la vacunación y Merkel no tiene apenas margen de maniobra. Su oferta a los «Länder» fueron 27 millones de vacunas, con la esperanza de que la cuota de vacunación, que está en el 68%, aumente sensible y rápidamente y todos los vacunados puedan recibir la dosis de refuerzo.
La situación es límite. En las últimas 24 horas, el Instituto Robert Koch (RKI) registró 65.371 nuevas infecciones, superando la marca de 60.000 por primera vez. La incidencia de siete días fue de 336,9 por 100.000 habitantes, frente a 249,1 hace una semana y solo 74,4 hace un mes.
«Tendremos una Navidad extremadamente desagradable si no actuamos para detener esto», dijo el presidente de RKI, Lothar Wieler.
Son registros sin precedentes que ha llevado al colapso a centros hospitalarios y obligado a la evacuación de enfermos a otros países. Ese es el caso de enfermos de Covid necesitados de cuidados intensivos en Baviera, uno de los estados federados más afectados por esta cuarta ola. Según el Rainald Kaube, director del hospital de Freising, en Munich, la semana pasada el centro se vio obligado a trasladar a pacientes en helicóptero a Bozano (norte de Italia).
Según datos de la Asociación Interdisciplinar de Medicina Intensiva (DIVI), publicados este jueves, en 100 de 400 distritos solo hay una cama libre y hay 50 distritos que ya no tienen camas libres en cuidados intensivos. Aunque la cifra total de pacientes en la UCI, 3.400, es menor que la que las de los momentos más álgidos de la segunda y tercera ola -con 5.700 y 5.100 pacientes respectivamente- la escasez de personal ha hecho que bajen las capacidades de las UCI y que haya menos camas disponible que hace un año.
«Los servicios sanitarios están saturados, las operaciones necesarias tienen que aplazarse, la incidencia crece y cada día se anuncian cifras récord de contagios», dijeron en un comunicado conjunto la Cruz Roja de Baviera y otras organizaciones.
El presidente de la Cruz Roja bávara, Theo Zellner, advirtió que la situación actual es más grave que la de diciembre de 2020. «La actual saturación de las UCI y los servicios de urgencia, en buena parte a causa de pacientes no vacunados, hacen la situación claramente más dramática. Hay enfermos graves y de urgencia que tienen que ser trasladados a hospitales que están a horas de distancia», explicó.
La aprobación de esta ley es la primera marca del tripartito que asumirá el poder en Alemania una vez completen las negociaciones, que van especialmente rápidas en comparación con las anteriores. Los tres partidos involucrados presentarán la semana próxima un acuerdo de coalición que luego someterán a la aprobación de sus bases. El objetivo es tener Gobierno a primeros de diciembre.