Las autoridades ucranianas son conscientes de que el juicio a Putin y a los demás responsables políticos y militares de la guerra será en ausencia de los acusados
Ucrania quiere la creación el próximo año de un tribunal internacional para juzgar al presidente ruso Vladimir Putin y a los responsables de la invasión de su país, reveló a AFP un alto funcionario del gobierno ucraniano.
«Es la única opción para que rindan cuentas rápidamente los criminales que empezaron la guerra contra Ucrania. La mejor, la más rápida y la más eficaz», dijo en una entrevista a AFP Andrii Smirnov, jefe adjunto de la administración presidencial ucraniana.
Rusia lanzó el 24 de febrero la invasión de Ucrania, provocando decenas de miles de muertos, millones de refugiados y desplazados y un nivel de destrucción masiva.
Este tribunal internacional especial sería el encargado de juzgar el «crimen de agresión» cometido por Moscú contra Ucrania, dado que la Corte Penal Internacional no es competente para este tipo de acusación, a diferencia de aquellas de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra que ya comenzó a investigar.
El «crimen de agresión» es similar a la noción de «crimen contra la paz» usado en los procesos de Nuremberg y de Tokio al terminar la Segunda Guerra Mundial.
Pero como ni Rusia ni Ucrania han ratificado el estatuto de Roma que estableció este crimen en 2010, la Corte Penal Internacional no puede actuar.
Jurista de formación, Smirnov asegura que tuvo la idea de este tribunal especial desde el 25 de febrero, un día después del inicio de la invasión.
La idea es que ese tribunal juzgue a los dirigentes políticos, con el presidente Vladimir Putin en cabeza, y los comandantes militares rusos que lanzaron la guerra, indicó.
Ucrania es consciente de que los responsables en cuestión estarán ausentes del proceso, pero el tribunal tendrá que existir «para llamar criminal a un criminal y que no pueda desplazarse por el mundo civilizado», dijo Smirnov.
«El mundo tiene la memoria corta: es por eso que me gustaría que este tribunal se ponga a trabajar el próximo año», dijo el alto cargo presidencial, mostrándose «prudentemente optimista».
Un tribunal con «autoridad»
Unos 600 sospechosos de crímenes de agresión, entre ellos «altos responsables militares, políticos y agentes de propaganda», han sido identificados, afirmó en mayo la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, cesada después.
Los textos para la creación del tribunal ya están listos, asegura Smirnov.
Se trata de un tratado internacional que cualquier Estado puede firmar y ratificar, reconociendo la jurisdicción del tribunal en su territorio y permitiéndole detener a los condenados en su suelo.
Sin citarlos, Andrii Smirnov augura las firmas de los primeros países antes de final de año y habla de negociaciones con «varios socios internacionales europeos que están dispuestos a acoger el tribunal en su territorio».
«Entendemos perfectamente que las decisiones de este tribunal no deberán ser objeto de especulación, deseamos que tengan autoridad», dice.
El apunte responde a las críticas recibidas tras la condena a cadena perpetua en mayo a un soldado ruso por la muerte de un civil después de solo cinco días de juicio, unas prisas que, según juristas y expertos, dañó la imagen del país.
Aunque las negociaciones son rápidas con los socios más cercanos a Ucrania, como Polonia o los países bálticos, otros como Alemania o Francia son más contenidos y ven este proceso como esencialmente «simbólico».
«Algunos países, si bien reconocen la agresión contra Ucrania, intentan dejar una pequeña puerta abierta para negociar con Vladimir Putin», lamenta Smirnov.
El Parlamento Europeo ya apeló el 19 de mayo en una resolución a poner en marcha este tribunal.
En julio, durante una conferencia internacional sobre crímenes de guerra en Ucrania organizada en La Haya, el ministro neerlandés de Asuntos Exteriores, Wopke Hoekstra, estimó que la creación de este tribunal era «un punto muy válido».