A más de 49 millones de mexicanos no les alcanza con su salario para alimentar a todos los miembros de su familia
El porcentaje de mexicanos a los que no les alcanza con su ingreso laboral para alimentar a toda la familia disminuyó levemente en el segundo trimestre de año, según informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). La caída de 38,8% a 38,3% de la población se atribuye al impulso económico visto en el país entre abril y junio de este año, explicó la economista Adriana García, coordinadora de análisis económico en el centro de investigación independiente México ¿Cómo Vamos? (MCV). Pero datos económicos preliminares para julio apuntan a un estancamiento que limitaría esta mejoría.
A más de 49 millones de mexicanos no les alcanza con el ingreso de empleo, formal o informal, para comprar una canasta alimenticia para todos los miembros de una familia y se ven obligados a suplementarse con remesas enviadas del extranjero o programas sociales de asistencia. Este número es persistentemente alto, argumenta García, por lo que se debe impulsar el crecimiento económico para reducirlo.
El Instituto de Geografía y Estadística (Inegi) reportó, de manera preliminar, que el producto interno bruto (PIB) creció 1,9% el segundo trimestre el año, en comparación con el trimestre anterior. “Con esto vemos que la economía general en México ha mostrado un crecimiento insuficiente, pero positivo”, apunta García. “A pesar de que el mercado laboral no está en óptimas condiciones para un crecimiento incluyente y sostenido, sí ha habido un mejoramiento de las condiciones laborales y de los incrementos en el salario mínimo, lo que pudo haber tenido efectos positivos en la población y en la pobreza laboral”, agrega la especialista.
Aún en un ambiente global de alta inflación, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha impulsado los incrementos significativos de los salarios mínimos, los cuales se encuentran entre los más bajos entre mercados emergentes. Para García es importante hacer énfasis en la limitada influencia que el salario mínimo tiene en la inflación en México, por características propias del país.
“Aquí en México no se puede sostener tanto la idea de que incrementos en el salario mínimo crean espirales inflacionarias porque más de la mitad de nuestro mercado laboral es informal”, explica la economista. “Entonces, las políticas que benefician a la población que reciben un salario mínimo está acotada a menos de la mitad de los trabajadores mientras que esto sí incrementa y mejora las condiciones de vida. No tenemos que caer en el discurso de que le estamos echando leña al fuego de la inflación”.
De manera preliminar, el Inegi ha publicado que la actividad económica cayó 0,14% durante julio en comparación con el mes anterior, lo que, de confirmarse, sería el tercer mes consecutivo con caídas de la producción. Esto se debe, en parte, a la recesión técnica que se vive en Estados Unidos, principal socio comercial y cuya economía está estrechamente ligada a la mexicana.
“Desgraciadamente esperamos que si la economía se empieza a presentar contradicciones, por muy ligeras que sean, esto va a afectar directamente al indicador de pobreza laboral, porque dependemos del dinamismo del mercado laboral para que disminuya este porcentaje de la población”, opina García.