¿Sabías que la Iglesia Católica tiene un santo patrón del surf? Con ocasión del Día Internacional del Surf, compartimos su historia y cómo muchos de los que practican este deporte sobre las olas se confían a su intercesión.
Su nombre puede que ya lo hayas escuchado antes: se trata de St. Cristopher (San Cristóbal), el mismo patrón de los viajeros.
En la década de 1960, California (Estados Unidos), se había convertido en uno de los lugares más deseados por los surfistas.
Los amantes de este deporte, que llegaban a sus playas buscando las mejores olas, se repartían entre unos y otros unas medallas de St. Christopher antes de adentrarse en el mar.
Se colgaban estas medallas al cuello como símbolo de protección y fue desde entonces cuando el patrón de los viajeros se convirtió también en el del surf.
En una cara de la medalla, se puede observar la imagen de San Cristóbal -representado siempre como un hombre fuerte y corpulento-, remando mientras lleva al niño Jesús sobre sus hombros con la inscripción “San Cristóbal protégenos”.
La leyenda de San Cristóbal
Dentro de la Iglesia es venerado como un santo mártir del año 250, aunque más popular es la leyenda que se la atribuye y que ha ido pasando de generación en generación.
La imagen de San Cristóbal llevando a un niño en sus hombros se debe a una leyenda de tradición cristiana que cuenta el momento en el que supuestamente el santo conoció a Jesús.
Cristóbal se dedicaba a trasladar a los viajeros que querían cruzar un río desde una orilla a la otra. Y en uno de esos viajes, tuvo que transportar a un niño que subió a los hombros.
Al llegar al otro lado, Cristóbal preguntó al niño por qué razón pesaba tanto, y éste le contestó: “peso más que el mundo entero, pues soy el creador del mundo. Yo soy Cristo. Me buscabas y me has encontrado. Desde ahora te llamarás Cristóforo, Cristóbal, el portador de Cristo”.
Debido a esta historia, en la imagen de San Cristóbal se representa su figura cargando a un niño que sujeta a su vez una bola del mundo.