La muerte se registró un día después de que se realizaron trabajos de desinfección.
Ayer se registró la muerte de otro interno en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal, un día después de que se realizaron los trabajos de desinfección para prevenir contagios por coronavirus.
Aunque las autoridades todavía hacen las investigaciones sobre el fallecimiento del reo confinado al área de visita conyugal, en el que permanecía con malestares, familiares de otros internos temen que haya sido por el virus COVID-19 y se genere una propagación.
Se trató de un reo identificado como «El Uscanga», el cual ya tenía varios días en esa zona, separado del resto de los internos, pues presentó algunos síntomas como fiebre, gripe y dolor muscular, según información que dieron los custodios.
Esta semana, los trabajos de desinfección se realizaron en las oficinas, filtro de revisión a familiares de los internos y del acceso principal del penal, para prevenir posibles contagios del virus COVID-19 entre los mil 340 internos y unos 30 trabajadores, entre administrativos y operativos.
A pesar que la Secretaría de Seguridad Pública estatal cuenta con presupuesto anual propio, que en este año es de más de dos mil 222 millones de pesos, según el Presupuesto de Egresos 2020 de Quintana Roo, fue el ayuntamiento de Othón P. Blanco que puso el personal y el equipo para realizar la desinfección de las instalaciones. El líquido sí lo aportó la dependencia estatal.
Ayer, la Secretaría de Salud estatal agregó a sus estadísticas una muerte derivada por coronavirus en el municipio de Othón P. Blanco, para hacer un total de 92; hasta el cierre de la edición, las autoridades policiacas y del sector salud, no habían confirmado o negado que se trate del fallecido en la cárcel local.