Rusia y Ucrania: Moscú toma el control de la ciudad clave Jersón mientras intensifica los ataques sobre Járkiv y Mariúpol

Rusia y Ucrania: Moscú toma el control de la ciudad clave Jersón mientras intensifica los ataques sobre Járkiv y Mariúpol

Las fuerzas rusas intensifican sus ataques sobre ciudades clave de Ucrania a las que mantienen bajo presión en el octavo día de invasión.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos, sin embargo, señala que militares rusos no han conseguido progresos significativos en el último día y medio, y que soldados ucranianos han retrasado el avance del convoy de tropas y equipamiento ruso de casi 60 kilómetros de largo que se dirige a Kiev, la capital.

La columna está «atascada», dijo este miércoles el portavoz del Pentágono John Kirby. «Creemos que los rusos se están reagrupando y sobreestimando el progreso que no han conseguido», declaró ante periodistas.

Según una evaluación de la inteligencia militar británica, la columna rusa «permanece a 30 kilómetros del centro de la ciudad, siendo demorada por la firme resistencia ucraniana, averías mecánicas y congestión».Este miércoles, tropas rusas se hicieron con el control de la ciudad de Jersón, clave por su situación geográfica y hogar de casi 300.000 habitantes. Expertos aseguran que el dominio ruso en esta ciudad afecta la logística, el suministro de alimentos y recursos.

Las ciudades de Járkiv, Chernihiv y Mariúpol permanecen bajo control ucraniano, de acuerdo al Ministerio de Defensa ucraniano, a pesar de sufrir intensos asedios en los últimos días.

El Ministerio de Defensa ruso admitió la muerte de 498 de sus soldados hasta este miércoles. Mientras, la Presidencia de Ucrania informó de 9.000 víctimas en el lado ruso, sin especificar cuántos son los heridos y cuántos los muertos.

Varias estimaciones anunciadas desde el lado ucraniano cuantifican miles de militares entre muertos y heridos, con al menos 2.000 civiles fallecidos, aunque los números no han sido verificados de forma independiente.

Un millón de refugiados

Según Naciones Unidas, un millón de personas han huido de Ucrania en esta semana de conflicto.

«En solo siete días hemos sido testigos del éxodo de un millón de refugiados de Ucrania a los países vecinos», dijo la madrugada de este jueves el alto comisionado de la ONU para los refugiados (Acnur), Filippo Grandi, a través de Twitter.

Más de la mitad de refugiados se han dirigido a Polonia y algunos miles ya han llegado a terceros países, como República Checa, donde existe una importante comunidad ucraniana. «Hasta que no se pare el conflicto, los ucranianos van a seguir huyendo», dice Grandi, quien reiteró las perspectivas de que esta crisis pueda provocar hasta 4 millones de refugiados.

El Departamento de Estado de EE.UU. exigió a Putin que «cese de inmediato este derramamiento de sangre» y que retire las tropas del territorio ucraniano, en un comunicado difundido a última hora del miércoles.

Estados Unidos acusó a Rusia de lanzar un «asalto total a la libertad de prensa y la verdad» al bloquear el acceso a medios independientes rusos.

La toma de Jersón

Luego de varios días de asedio, tropas rusas lograron este miércoles tomar el control de la ciudad de Jersón, de 300.000 habitantes y ubicada en el sur del país.

Se trata de la primera ciudad ucraniana importante en ser controlada por Moscú en esta ofensiva.

La información fue anunciada inicialmente por el Ministerio de Defensa ruso y luego fue confirmada por el alcalde de la ciudad, Igor Kolykhaev, en un mensaje publicado en su cuenta de Facebook.

Kolykhaev dijo que las tropas rusas tienen el control de la ciudad y que en esta no hay en estos momentos soldados ucranianos, pese a lo cual en Jersón sigue ondeando la bandera de Ucrania.

«Yo no les hice ninguna promesa. No tengo nada que prometerles. Estoy interesado en el funcionamiento normal de nuestra ciudad. Les pedí que no le dispararan a la gente y [les dije] que no tenemos fuerzas ucranianas aquí, solamente civiles», escribió el alcalde, según informó el servicio ucraniano de la BBC.

Kolykhaev afirmó que los rusos impusieron una serie de condiciones para mantener izada la bandera ucraniana, entre las cuales destacan:

  • Un toque de queda entre las 8 de la noche y las 6 de la mañana que debe ser observado de forma estricta.
  • Solo se puede ir a la ciudad durante las tardes.
  • Los peatones únicamente pueden andar por las calles solos o en compañia de, máximo, otra persona. No deben provocar a los militares rusos y deben detenerse inmediatamente cuando así se les requiera.
  • Se permitirá el ingreso a la ciudad de vehículos que transporten alimentos, medicinas y otros productos.
  • Los vehículos que circulen por la ciudad deben hacerlo a velocidad mínima y deben estar listos para mostrar lo que transportan.

El alcalde destacó que no considera como «negociaciones formales» lo que habló con los rusos.

La incursión rusa incluyó la toma del edificio de la administración estatal regional, según indicó el gobernador Hennadiy Lahuta en Facebook.

Lahuta, sin embargo, dijo que la administración sigue cumpliendo sus funciones.

«El personal operativo regional, que yo dirijo, continúa trabajando y abordando problemas apremiantes para ayudar a los residentes de la región», escribió el gobernador.

«Estamos esperando ayuda humanitaria«.

«Por favor no crean en falsedades y no entren en pánico», añadió.

Jersón tiene una ubicación estratégica en el río Dniéper que atraviesa Ucrania de norte a sur y cuenta con un puerto con acceso al mar Negro.

El control sobre Jersón le puede permitir a Moscú «comenzar a estrangular la logística de los ucranianos», según ha adevrtido Jack Watling, experto del Instituto Real de Servicios Unidos para Estudios de Defensa y Seguridad en Londres.

Bombardeo y asalto aéreo sobre Járkiv

En el noreste del país, este miércoles prosiguieron los bombardeos sobre la sitiada ciudad de Járkiv, la segunda más grande del país.

De acuerdo con el alcalde de esa localidad, Ihor Terekhov, los ataques rusos han causado numerosas víctimas entre la población civil.

El funcionario le dijo a la BBC que proyectiles y misiles de crucero golpeaban constantemente las áreas residenciales. Por su parte, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) dice que uno de sus monitores murió durante el bombardeo de Járkiv.

Rusia lanzó además un asalto aéreo sobre esa localidad y paracaidistas rusos descendieron sobre ella el miércoles.

Misiles rusos han impactado edificios de la policía, así también como del Servicio de Seguridad de Ucrania y la Universidad Nacional Karazin. Imágenes desde Járkiv muestran a bomberos luchando contra los fuegos en el edificio universitario y la estación policial tras el impacto.

El alcalde dijo que la ciudad está «parcialmente rodeada» por el ejército ruso, al que militares ucranianos repelen «heroicamente».

Un teatro de ópera, una sala de conciertos y oficinas gubernamentales fueron alcanzados en la Plaza de la Libertad de Járkiv.

«Casi una catástrofe humanitaria» en Mariúpol

Ubicada en el sureste de Ucrania, la ciudad portuaria de Mariúpol estuvo sometida este miércoles a más de 15 horas continuas de bombardeo por parte de las fuerzas rusas, según le dijo a la BBC el vicealcalde Serhiy Orlov, quien afirmó que la ciudad está «cerca de sufrir una catástrofe humanitaria».

«El ejército ruso está trabajando con todas sus armas aquí: artillería, sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, aviones, cohetes tácticos. Están tratando de destruir la ciudad», dijo Orlov.

Indicó que las fuerzas rusas están a varios kilómetros de la ciudad por todos lados y que lanzaron ataques en infraestructura clave, cortando el suministro de agua y energía a partes de la ciudad.

Aseguró que un distrito residencial densamente poblado en la margen izquierda de la ciudad fue «casi totalmente destruido».

«No podemos contar el número de víctimas allí, pero creemos que al menos cientos de personas están muertas. No podemos entrar a recuperar los cuerpos. Mi padre vive allí, no puedo localizarlo, no sé si está vivo o muerto», apuntó.

Mariúpol es un objetivo estratégico clave para Rusia porque apoderarse de esta ciudad permitiría que las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia en el este de Ucrania unan fuerzas con las tropas rusas en Crimea, la península del sur anexada por Rusia en 2014.

El ejército de Ucrania ha resistido a las fuerzas rusas hasta ahora en partes clave del país, pero el aumento de los bombardeos aéreos de las ciudades ha suscitado temores de que Rusia esté cambiando de táctica.

«El ejército ucraniano es muy valiente y seguirá defendiendo la ciudad, pero el estilo del ejército ruso es como el de los piratas: no luchan con sus tropas, simplemente destruyen distritos enteros», dijo Orlov.

El lento asedio a Kiev

Aunque Kiev, la capital de Ucrania, es vista como el principal objetivo de las fuerzas rusas, el enorme despliegue de tropas enviadas por Moscú aún no han logrado rodear la ciudad.

Un enorme convoy conformado por centenares de vehículos blindados que avanzaba hacia KIev «permanece detenido», de acuerdo con el portavoz del departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby.

«De acuerdo con nuestras mejores estimaciones, ellos no han hecho ningún progreso apreciable en las últimas 24-36 horas», dijo el funcionario durante una ruede de prensa en el Pentágono este miércoles.

Indicó que quizá no han recuperado el tiempo perdido debido a que se están reagrupando y analizando los avances conseguidos hasta ahora.

Agregó que otros factores que inciden son las dificultades logísticas, así como la resistencia que han encontrado de parte de los ucranianos.

Eso no ha impedido que prosiguieran los ataques sobre la capital, donde en las primeras horas de este jueves se estuvieron escuchando fuertes explosiones. Imágenes divulgadas en redes sociales mostraban una enorme bola de fuego iluminando el cielo.

Corresponsales de la BBC en Kiev aseguran que la detonación pudo ser escuchado hasta dentro de su refugio subterráneo, dos pisos por debajo de la tierra.

De igual modo, la localidad de Irpin -en la provincia de Kiev- ha estado sometida a fuertes bombardeos y ha atestiguado intensos combates entre las fuerzas rusas y ucranianas.

Investigarán posibles crímenes de guerra

Más de 2.000 civiles han muerto desde el comienzo de la invasión de Rusia en Ucrania, según informaron autoridades ucranianas este miércoles.

La cifra fue dada por la embajada ucraniana en Turquía, citando al Servicio de Estado de Emergencia de Ucrania.

Moscú, por su parte, ofreció por primera vez sus cifras de bajas: 498 soldados rusos muertos y más de 1.597 heridos desde el inicio de su operación contra Ucrania, según el Ministerio de Defensa.

Ucrania asegura que el número de muertes es al menos diez veces superior.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha acusado a Rusia de cometer crímenes de guerra.

La Corte Penal Internacional (CPI) indagará ahora sobre esa posibilidad.

Este miércoles, el fiscal de la CPI, Karim Khan, informó que, en un «examen preliminar» de la situación en Ucrania, su oficina «ya ha encontrado una base razonable para creer que delitos dentro de la jurisdicción de la corte se han cometido y ha identificado casos potenciales que podrían ser admisibles».

Khan había anunciado el lunes que planeaba buscar autorización de la presidencia de la CPI para abrir una investigación, pero tras una solicitud hecha por Reino Unido y otros 38 países ahora puede iniciar la investigación de forma inmediata.

En un proceso judicial aparte, la Corte Internacional de Justicia, también con sede en La Haya, fijó para los días 7 y 8 de marzo las audiencias de un juicio por una denuncia interpuesta por el gobierno de Ucrania en contra de Rusia.

Con esta demanda, introducida el pasado domingo, Kiev quiere que Moscú rinda cuentas por justificar su acción militar sobre la base de acusaciones no fundamentadas de un supuesto genocidio en Ucrania.

En tanto, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó por 141 votos a favor, 35 abstenciones y 5 votos en contra una resolución que condena a Rusia por su agresión a Ucrania y demanda la retirada incondicional de tropas.

Pese a haber recibido un apoyo tan amplio, el texto no tiene carácter vinculante.

Los cinco países que votaron en contra fueron: Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea.

Además, entre las abstenciones figuraron las de cuatro países de América Latina: Bolivia, Cuba, El Salvador y Nicaragua.

Doce países no participaron en la votación, entre ellos Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, ha respaldado a Rusia en su operación contra Ucrania, pero que perdió el derecho a voto en la ONU por no pagar las cuotas de mantenimiento.

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