El sábado, la cancillería publicó un comunicado y este domingo, el propio presidente, Cyril Ramaphosa, condenó las prohibiciones de viaje promulgadas contra su país y sus vecinos a raíz del descubrimiento allí de una nueva variante del coronavirus llamada ómicron por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ramaphosa dijo que estaba «profundamente decepcionado» por la acción, que describió de «injustificada», y pidió que se levantaran urgentemente las prohibiciones.
«Lo único que hará la prohibición de viajes es dañar aún más las economías de los países afectados y socavar su capacidad para responder y recuperarse de la pandemia», dijo.
El mandatario describió el surgimiento de la variante ómicron como una llamada de atención para el mundo con respecto a la desigualdad en la distribución de vacunas y advirtió que hasta que gran parte de la población mundial no esté vacunada, más variantes serán inevitables.