La ANPACT lamentó que México se convierta en un “basurero” de EU, pues mientras esa nación transita a una movilidad sostenible, nuestro país admite unidades obsoletas.
La importación de vehículos pesados en México -en su mayoría con más de 10 años de antigüedad- aumentó 98.3% durante los primeros siete meses del año respecto a igual período del 2022, al ingresar 8,538 camiones, dato que se coloca como la cifra más alta de los últimos seis años, lamentó la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
Miguel Elizalde, presidente del organismo privado alertó que México se convierte en el “basurero” de transporte de Estados Unidos, ya que, mientras es nación transita a una movilidad sostenible, nuestro país admite unidades obsoletas.
“Las cifras acumuladas de enero a julio indican significativos aumentos de 98.3%, ya que el salto respecto al año pasado fue de 4,306 vehículos pesados, frente a los 8,538 del periodo actual”, señaló Miguel Elizalde. Incluso, los meses de junio y julio del 2023 también presentaron un brinco cuantitativo, pues ingresaron 1,498 y 1,493 unidades, respectivamente, cuando en enero pasado se importó 837 camiones.
En el análisis de datos resalta que el 95% de los vehículos usados ha ingresado por nueve aduanas, se trata de Nuevo Laredo; Chihuahua; Tijuana; San Jerónimo, Chihuahua; Mexicali; Matamoros; Ciudad Reynosa; Nogales y San Luis Río Colorado, indicó.
“Son diferentes motivos los que han detonado este crecimiento, el primero son las asimetrías regulatorias, ya que a algunas unidades ya no se les permite circular en Estados Unidos, perdiendo su valor, mientras que en México sí se les permite el tránsito; aunado al tipo de cambio y al incremento en la demanda de unidades en Norteamérica”, explicó.
De acuerdo con la ANPACT, la venta de camiones nuevos incrementó 43% en julio pasado respecto a igual mes del 2022, al pasar de comercializar de 3,029 unidades a 4,334 camiones.
“En 2022 la proporción por cada 100 vehículos vendidos nuevos fue de 20 unidades usadas importadas; por otra parte, de enero a julio de 2023, esta misma proporción incrementó a 100 vehículos nuevos por 30 importados usados”, refirió el presidente de la Asociación.
Elizalde comentó que los vehículos entran legalmente al país, pero no están relacionados en lo absoluto con el programa de regularización de “autos chocolate”, y aun cuando entran de forma legal, son vehículos con tecnologías adecuadas a las regulaciones en Estados Unidos, no a las mexicanas.
“Están diseñados para cargar menos peso, lo que puede traer consigo mayores riesgos en términos de seguridad vial, menor eficiencia y productividad para las empresas, y mayor impacto ambiental por las emisiones que generan”, expuso el presidente de la ANPACT.
Agregó que la industria ya está lista y produciendo unidades con sistemas de última generación, pero aún hace falta infraestructura para dar paso a unidades que funcionen mediante otras fuentes de energía.
Pidió colaborar con las autoridades mexicanas para lograr la transición cero emisiones, partiendo de escenarios realistas; además de impulsar el flujo de recursos para incentivar no sólo la renovación de flota, sino también apoyar a la persona camión a que cambie su unidad vieja por una nueva”, abundó.