Cuatro estados de la Unión Americana concentran 80% de las exportaciones de maíz a México: Kentucky (28%) Idaho (24%), Indiana (19%) y Iowa (10%), de acuerdo con datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
Conforme comienza a calentarse el ambiente por las elecciones estadounidenses de 2024 para elegir los cargos de presidente, vicepresidente, 435 representantes, 34 senadores y 13 gobernadores, los políticos de esos cuatro estados han hecho estridente el caso comercial del maíz transgénico entre ambos países. En particular, en Indiana habrá elecciones a gobernador.
Un análisis de Consultores Internacionales Ansley indicó que las implicaciones para México podrían venir en dos sentidos: primero, encarecería la importación de maíz amarillo genéticamente modificado para consumo humano y generaría incertidumbre para la industria pecuaria dado que la sustitución de abasto podría derivar en una potencial restricción a las importaciones.
Por otro lado, en caso de que México pierda el panel y no se modifiquen estas políticas, se podrían eventualmente establecer represalias a las exportaciones nacionales.
Contrario a la posición de Estados Unidos frente al tema, funcionarios mexicanos sostienen que las medidas impuestas no vulneran el comercio bilateral, y que, de iniciar un panel de controversias, México defenderá sus políticas agro-biotecnológicas.