En su actualización de perspectivas de julio, la entidad reconoce una desaceleración de la recuperación global y diferenciación de crecimiento entre regiones; el PIB mexicano para 2024 baja a 1.5%
El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó el martes la actualización de sus perspectivas de la economía mundial donde elevó de 1.8% a 2.6% su estimado de crecimiento de este año para México.
En su apartado de América Latina y el Caribe, el organismo explica que la expansión más fuerte del PIB mexicano responde a una recuperación pospandémica “retrasada” del Sector de los Servicios.
Esta actividad económica “se está afianzando”, afirma, mientras que existe una demanda resistente de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, en materia de exportaciones.
Sin embargo, el Fondo rebajó su perspectiva de 1.6% a 1.5% del PIB del país para 2024 en medio de estimaciones de que el PIB de EUA, que crecería en 1.8% este año, se reduzca a 1% el próximo.
La economía mundial, a su vez, retrocedería de 3.5% en 2022 a 3%, tanto en 2023 como en 2024.
“Si bien el pronóstico para 2023 es ligeramente más alto de lo previsto en el informe Perspectivas de la economía mundial de abril (WEO, por sus siglas en inglés), sigue siendo débil según los estándares históricos”, advirtió en su informe.
Los incrementos en las tasas de interés de los últimos dos años por una política monetaria restrictiva de los bancos centrales a nivel mundial para combatir una inflación descarrilada continúan “lastrando la actividad económica”.
Se espera que la inflación global caiga de un 8.7% en 2022 a 6.8% en 2023 y a 5.2 % en 2024.
No obstante, la inflación podría permanecer alta e incluso aumentar si se producen nuevos shocks.
Estos estarían relacionados con una escalada en el conflicto en Ucrania, o los fenómenos meteorológicos extremos, lo que desencadenaría una política monetaria más restrictiva.
Sesgo bajista
En la mayoría de las economías, la prioridad sigue siendo lograr una desinflación sostenida y al mismo tiempo garantizar la estabilidad financiera, refiere el FMI.
“Por lo tanto, los bancos centrales deben seguir centrándose en restaurar la estabilidad de precios y fortalecer la supervisión financiera y el control de riesgos.
“En caso de que se materialicen las tensiones del mercado, los países deben proporcionar liquidez rápidamente mientras mitigan la posibilidad de riesgo reputacional”, indica.
La reciente solución del techo de la deuda en la primera economía mundial, EUA y “la fuerte acción” de las autoridades para contener las turbulencias de la banca en ese país y en Suiza redujeron los riesgos inmediatos dentro del Sector Financiero global, reconoce.
Aunque esto moderó los riesgos adversos para las perspectivas, el balance de riesgos para el crecimiento global sigue sesgado a la baja.
Pierde ritmo
Las economías de América Latina y el Caribe perderían parte de su brillo de 2022 con un crecimiento que pasará del 3.9% de ese año hasta un 1.9% en 2023.
Para 2024, a diferencia de la economía de México, más ligada a la de EUA, la Región alcanzaría un PIB de 2.2%.
“La disminución de 2022 a 2023 refleja el reciente desvanecimiento del rápido crecimiento durante 2022 después de la reapertura de la pandemia, así como precios más bajos de las materias primas”, explicó el FMI.
La revisión al alza para 2023 refleja un crecimiento mayor al esperado de Brasil, la mayor economía de la Región, del 1.2% contemplado en abril hasta un 2.1% en la actualización de julio.
El impulso provendría una mayor producción agrícola en el primer trimestre de este año, “con efectos indirectos positivos en la actividad de servicios”.