La investigación interna fue la que provocó el cese del ex director Jesús Ángel Salas Cruz.
Una compleja red de extorsión en la Dirección de Tránsito de Benito Juárez se encuentra en la mira de las autoridades. Esa investigación interna fue la que provocó el cese de su ex director Jesús Ángel Salas Cruz, hace un par de semanas.
Las ganancias generadas por ese sistema, presuntamente implementado por mandos superiores, ascienden a por lo menos 2.8 millones de pesos mensuales.
De acuerdo con el documento en manos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, que actualmente mantiene el Mando Único de las policías municipales, la red compleja fue instaurada, presuntamente desde el periodo 1998-2000 cuando fue director de Transito Jesús Ángel Salas y continúa desde entonces.
Dicho funcionario volvió al cargo en abril de 2019 y en agosto pasado fue destituido por la presidenta municipal, Mara Lezama Espinosa, quien designó en su lugar a Jorge Manuel García Couoh.
La investigación de las autoridades detalla cómo funciona el sistema, controlada desde una Unidad Verificadora, la cual no tiene oficina física, únicamente cuenta con cuatro patrullas destinadas a la verificación del transporte de carga consistente en 4 unidades por turnos mixtos de 12×24 horas, un Coordinador General y un supervisor por turno.
“La Unidad la opera Gilberto Ocampo Infanzón, el cual tiene el contacto directo con Rodrigo Alcázar. La recaudación es con 180 empresas (Diversas empresas, refresqueras, de frutas y verduras, cerveceras etc.), las cuales generan la cantidad de $1,200,000.00 mensuales para permitir la libre circulación y/o permisos del transporte de carga”, menciona el documento en manos de Novedades.
A esa cantidad se suman otras fuentes de ingresos que tiene esa red:
El primero consiste en la renta de las patrullas y motos (14 motos y 15 patrullas) que deja aproximadamente 540 mil pesos; así como las cuotas que deben pagar los elementos, que en conjunto suman la cantidad de 760 mil pesos mensuales, dependiendo de las zonas y actividades que realicen.
Otro caso son las grúas, revela el supuesto pago de cuotas de 10 mil pesos mensuales por cada una de las siete empresas que operan en Cancún; También están servicios y trámites (infracciones, licencias, permisos, entre otros, que deja aproximadamente 250 mil pesos mensuales.
La investigación que está en curso, afirma que la ganancia por cada elemento que opera con ellos obtienen la cantidad de dos mil pesos mínimo al día.
Recientemente, agentes de tránsito fueron sometidos a una prueba toxicológica, de los cuales, ocho dieron positivo ya sea a mariguana, cocaína o metanfetaminas.
Las extorsiones de tránsito, un secreto a voces
El área operativa, peritos, verificadora, alcoholímetro de Tránsito y el coyotaje generan al mes entre dos y cuatro millones de pesos producto de extorsiones y favores, dinero que llega hasta las más altas cúpulas de funcionarios municipales, afirman varias fuentes de la misma instancia.
La red de corrupción era un secreto a voces en la corporación policiaca, donde el personal operativo tiene que pagar por cada patrulla asignada 500 pesos, esto les da el privilegio de decidir qué zona quiere patrullar.
A principios de este mismo año, trabajadores del área de tránsito que omitieron sus nombres por razones de seguridad, detallaban que el horario que tienen los elementos de Tránsito para juntar la cuota es de 3 a 5 de la madrugada, recorren las principales avenidas del primer cuadro de la ciudad como: López Portillo, Xcaret, Labna, Cobá, Uxmal, Tulum, Yaxchilán y Bonampak.
El modo de operar es patrullar con las luces apagadas o se colocan en un punto estratégico, esperan a los parroquianos a que salgan de los antros, los paran por cualquier pretexto, pero saben que están alcoholizados.
Los agentes de Tránsito prácticamente se convierten en psicólogos, tratan de persuadir al conductor, ejercer miedo e incertidumbre al automovilista con comentarios: la multa le saldrá más cara si la paga en las oficinas o que pueden retener el vehículo.
El objetivo de los oficiales que salga de la persona la tradicional “mordida”, es decir, que ellos ofrezcan dinero a los oficiales para dejarlos ir, pero esta no baja de 500 pesos o es dependiendo de la infracción que cometieron.
El 29 de febrero pasado, a las 3:52 de la madrugada, los oficiales de la patrulla 5566 de Tránsito, pararon un vehículo gris, sobre la avenida Cobá, cerca de la plaza Las Avenidas, donde viajaba una pareja que había salido de uno de los centros de diversión de la zona.
Los elementos tardaron en el lugar más de 30 minutos, cuando una infracción son aproximadamente diez minutos que se deben de tardar en promedio.
El que iba al mando de dicha patrulla se puso nervioso cuando observó que les estaban tomando fotografías. Al sentirse observado optó por encender su celular y grabar discretamente a los comunicadores.
En ese rato, la “cacería” contra automovilistas ya había comenzado, porque en esa misma avenida, pero en el otro par vial había otra unidad de la misma corporación policiaca infraccionando a un automovilista y también llevaba más de 15 minutos con él.
Las extorsiones no son exclusivas de dicha área, también peritos forma parte de esta red de cobros de cuotas.
En esta área, los elementos están coludidos con los ajustadores de las aseguradoras y en un accidente pueden obtener hasta tres mil pesos libres: negocian la multa, les cobran porque el caso no llegue al Ministerio Público del Fuero Común (MPFC).
Incluso hay peritos que presionan al lesionado para que firme el perdón y de esta forma el caso del responsable del accidente no llegue al MPFC, incluso actualmente un perito enfrenta un proceso penal por haber hecho firmar a un herido.