“Anda a tu pinche país”. Eso recuerda Raúl* que le dijo un funcionario de la migración mexicana antes de subirlo a un avión.
Cuando aterrizó más tarde y pisó la pista del Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar, que sirve a la ciudad de Caracas, venía descalzo y sin sus pertenencias.
En tan solo cinco horas se había desvanecido su esfuerzo de meses.
El 30 de julio de 2022, 126 migrantes venezolanos fueron esposados de madrugada en Tapachula, Chiapas, al sur de México, en la frontera con Guatemala, y deportados por las autoridades migratorias y la Guardia Nacional. Uno de ellos fue Raúl, quien pide no revelar su nombre por temor a represalias. Este militar retirado, de 50 años de edad, llevaba un mes caminando, primero, por trochas de la selva del Darién, entre Colombia y Panamá, y luego por caminos clandestinos entre Honduras, Nicaragua y Guatemala, hasta llegar a Chiapas. Allí se entregó voluntariamente a las autoridades mexicanas para solicitar su visa de tránsito y continuar, así esperaba, su trayecto por este país hasta su pretendido destino final: Estados Unidos.
Como él, siete personas más del grupo relataron su historia para esta investigación de Armando.info en colaboración con el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (Clip). Aunque cada persona tuvo una razón distinta para el viaje y venía desde lugares diferentes de Venezuela (Lara, Falcón, Aragua o Distrito Capital), la experiencia que vivieron todos en esa fecha de julio de 2022 en Tapachula fue la misma. Compartiendo destino, todos fueron deportados a bordo del mismo avión que los llevó rumbo a la tierra de la que habían salido, impulsados por la desesperación.
Esto luego de los acuerdos entre Estados Unidos y México para frenar el flujo de inmigrantes en territorio estadounidense. A partir de enero de 2022, les empezaron a exigir visa para ingresar a México y, en octubre siguiente, el gobierno de Joe Biden prohibió la entrada irregular de venezolanos por la frontera y ordenó que fueran regresados a México.
En 2022, 1.041 migrantes venezolanos fueron deportados desde México. Esto representa el triple en comparación al año anterior, cuando fueron 371 casos. Fue una cifra récord.
Si se suman los casos entre 2017 y 2021, se llega a apenas a 666 deportaciones, todavía menos que la cifra de 2022.
Cuando ya llegan a México, miles de migrantes venezolanos se sienten muy cerca del ansiado sueño americano. Por eso les resulta tan dramático que los retornen desde allí a su país. Además, de acuerdo con los testimonios recabados, con frecuencia la deportación se ha ejecutado con violencia.
“Biden ha expandido las políticas migratorias abusivas de la administración de Donald Trump que, en los hechos, ha significado una activa colaboración del gobierno mexicano. Como si esto fuera poco, el gobierno de Andrés López Obrador no ha hecho el más mínimo esfuerzo por proteger los derechos de aquellos migrantes que, después de una travesía peligrosa, se encuentran hoy desamparados y varados en el norte de Mexico”, dijo Tamara Taraciuk, Directora de las Américas en Human Rights Watch (HRW), organización internacional de derechos humanos con sede en Nueva York.