La Ciudad de México crece sin planeación urbana actualizada desde hace casi 30 años

La Ciudad de México crece sin planeación urbana actualizada desde hace casi 30 años

Especialistas manifiestan su preocupación ante una urbe sin ley, ni cabeza al mando del crecimiento urbano de la capital

Con más de 1,400 metros cuadrados de superficie y 9 millones de habitantes, la Ciudad de México es la urbe más importante del país; sin embargo, su crecimiento se encuentra en la incertidumbre al no contar con instrumentos de planeación urbana actualizados.

De acuerdo con Honorato Carrasco, presidente del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México y Sociedad de Arquitectos Mexicanos (CAM-SAM), algunos de los programas delegacionales que rigen el ordenamiento territorial en la capital se basan en documentos que datan de 1994.

“Estamos hablando de casi 30 años de antigüedad, en algunos casos. Es un hecho que hay una necesidad de ir con los nuevos tiempos, con la agenda urbana de hoy y entender el crecimiento de las urbes”, comentó en entrevista.

Uno de los principales riesgos de esta situación, según el especialista, es la incertidumbre que se genera en crecimiento del entorno, lo que no permite crear una ciudad moderna, sustentable e innovadora; mientras que otras organizaciones como Suma Urbana, afirman que se favorece a la corrupción inmobiliaria.

“La planeación no debe obedecer coyunturas políticas ni de corte individual y, sobre todo, tiene que trascender a los distintos gobiernos que eventualmente ocuparán la jefatura de gobierno, porque es un tema que nos corresponde a todos”, dijo Carrasco.

PGD y PGOT, en pausa

La Constitución Política de la Ciudad de México establece que, desde el 1 de enero del 2020, se debería contar con una Ley de Ordenamiento Territorial, desde la que se podrían regular el Plan General de Desarrollo (PGD) y el Programa de Ordenamiento Territorial (PGOT) para armonizar el crecimiento de la capital.

Pese a que se han comenzado consultas para arrancar ambos documentos, pueblos originarios, órganos de consulta, asociaciones vecinales y demás miembros de la sociedad han señalado irregularidades en el proceso.

“Hay una falta de cuidado en el procedimiento, porque primero se debe promulgar la Ley de Ordenamiento Territorial (la cual no existe todavía). Además, hay temas técnicos delicados que alertaron en cuanto al suelo rural y al manejo del suelo de conservación de la ciudad”, indicó Carrasco.

En medio de las inconformidades, el gobierno capitalino detuvo la consulta de los instrumentos, por lo que no serán presentados ante el Congreso. Al mismo tiempo, se dio a conocer la renuncia de Pablo Benlliure, director general del Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva (IPDP) de la ciudad.

El Colegio de Urbanistas de la Ciudad de México (ECUM), la Asociación Mexicana de Urbanistas (AMU CDMX), así como el CAM-SAM, manifestaron que esto es un retroceso serio para el desarrollo de la capital y para la construcción de su futuro.

“Hoy nos encontramos en un punto en el que nos preocupa que no hay instrumentos de planeación actualizados y no hay líder en el desarrollo de estos planes. Como órganos de consulta, los colegios de profesionales ofrecemos a la autoridad nuestro acompañamiento para tratar de acelerar el proceso, porque creemos que esto es urgente”, agregó Carrasco.

Actualmente, los instrumentos que dan forma a la urbe son: el Programa General de Ordenamiento Ecológico y el Urbano, “los cuales no tienen un trabajo coordinado conjunto”, según el especialista del CAM-SAM.

En este sentido, resaltó que los documentos puestos a consulta recientemente contienen información y material valioso, por lo que solicitan respetar el proceso de aprobación establecido en la Constitución y realizar los ajustes necesarios para retomar la planeación.

“El espíritu del PGD y del PGOT es armonizar el crecimiento urbano, con el ordenamiento territorial y el cuidado ambiental. Pero mientras no se hagan y se aprueben de forma correcta, hay un riesgo, particularmente, en las zonas de conservación”, concluyó el experto.

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