La mexicana Alexa Grasso destrona a Valentina Shevchenko

La mexicana Alexa Grasso destrona a Valentina Shevchenko

La mexicana Alexa Grasso sorprendió al mundo y conquistó la corona de peso mosca de UFC al vencer a la campeona Valentina Shevchenko el sábado por la noche en la pelea coestelar de UFC 258.

La tapatía también se convirtió en la primera campeona nacida en México en la historia de la compañía y además agregó el tercer campeonato de UFC a nuestro país, después de que Brandon Moreno y Yair Rodríguez, conquistaran títulos en UFC 283 y UFC 284, respectivamente. México está empatado con Brasil como los países con más cinturones de UFC actualmente.

Grasso (16-3) derrotó a la peleadora más dominante de la división hasta la fecha, y logró su quinta victoria de forma consecutiva.

Por su parte, Shevchenko (23-4) de Bishkek, Kirguistán, había vencido a peleadoras de la calidad de Joanna Jedrzejczyk, Holly Holm y Jessica Andrade. ‘Bullet’ buscaba ampliar su legado en lo que era su octava defensa consecutiva del título y de un reinado que había superado los mil 500 días.

Honestamente estaba muy contenta, pensé en este momento por tres meses, el caminar al Octágono, la manera en que estaba peleando, el que levantaran mi mano», indicó Grasso tras el combate.

Grasso, quien entrena en Guadalajara, debutó en el peso mosca de la UFC hace apenas cinco combates, en agosto de 2020, tras competir durante años en el peso paja. A diferencia de sus compatriotas Moreno y Rodríguez, Grasso tiene su campamento de entrenamiento en México.

«Soy una peleadora que entrenó, creció y se entrenó en México. Cuando comencé nos decían, ‘no lo vas a lograr, no vas a llegar ahí’. Pero tengo un equipo increíble detrás de mí. Tenemos mucho talento en el gimnasio», declaró Grasso.

El sábado, Grasso aprovechó un descuido de la campeona para hacerle una guillotina en el cuarto round, cuando perdía la contienda en la tarjeta de los jueces. Durante el combate, Shevchenko buscó derribar a la mexicana y tuvo éxito en el segundo y tercer round. Fue en un cuarto episodio muy cerrado que la campeona fue víctima de la rapidez mental de Grasso y esta le propinó una llave al cuello cuando la campana estaba muy cerca de salvarla.

Shevchenko se rindió y fue el punto final a uno de los reinados más dominantes en la rama femenil.

«Siempre que estaba en el suelo pensaba, ‘tienes que levantarte, tienes que levantarte'», expresó Grasso, una boxeadora que ha mejorado sui jiu-jitsu, método con el que ganó la contienda. «Ahora estoy terminando peleas, que es increíble. Estoy madurando, estoy mejorando como peleadora», expresó la nueva monarca.

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