Corea del Norte disparó este sábado al menos un supuesto misil de largo alcance, según el ejército de Seúl. En la víspera, Pyongyang amenazó con tomar medidas enérgicas contra Corea del Sur y Estados Unidos por sus próximas maniobras militares conjuntas.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano explicó que el misil balístico fue disparado alrededor de las 17:22 horas desde Sunan, la zona donde está el aeropuerto internacional de Pyongyang y donde se ha realizado la mayoría de las pruebas de misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés). El ejército no dijo de inmediato dónde cayó el proyectil.
El lanzamiento se produce un día después de que el Ministerio de Exteriores norcoreano amenazó con tomar medidas “sin precedentes” contra sus rivales poco después de que Seúl anunció una serie de maniobras militares con Estados Unidos para perfeccionar su respuesta conjunta a las crecientes amenazas nucleares de su vecino.
Se esperaba que el proyectil hubiera caído en aguas dentro de la zona económica exclusiva de Japón, a unos 200 kilómetros al oeste de la isla de Oshima, indicó el viceministro japonés de Defensa, Toshiro Ino. Oshima se ubica frente a la costa occidental de la isla de Hokkaido.
La oficina del presidente de Corea del Sur, Yun Suk Yeol, dijo que su director de seguridad nacional, Kim Sung-han, presidía una reunión de emergencia para discutir el incidente. El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, apuntó que Tokio mantenía una estrecha comunicación con Washington y Seúl sobre el lanzamiento, que describió como “un acto de violencia que eleva la provocación hacia el orden internacional”.
La del sábado fue la primera prueba norcoreana desde el misil de corto alcance que disparó el 1 de enero, y se produce después de un multitudinario desfile militar en Pyongyang la semana pasada, en el que se exhibieron más de una docena de ICBM mientras el líder, Kim Jong Un, observaba encantado desde un palco.
Esa cifra de proyectiles sin precedentes dejó en claro que la hermética nación continúa ampliando sus capacidades militares a pesar de los limitados recursos de los que dispone mientras la diplomacia con Washington sigue estancada.
En 2022, Corea del Norte batió su récord de lanzamientos armamentísticos en un año con más de 70 misiles, incluyendo un ICBM con capacidad de alcanzar territorio continental de Estados Unidos. Además, efectuó una serie de lanzamientos que describió como ataques nucleares simulados contra objetivos surcoreanos y estadounidenses en respuesta a la reanudación de los ejercicios militares conjuntos de los aliados a gran escala tras años de reducciones.
Las pruebas norcoreanas han estado salpicadas de amenazas de ataques nucleares preventivos contra sus rivales por lo que el Norte percibe como un amplio abanico de escenarios que ponen en peligro a su liderazgo.
Kim redobló su apuesta nuclear para 2023 al pedir un “incremento exponencial” de sus cabezas nucleares; la producción en masa de armas nucleares tácticas de batalla para atacar al “enemigo” surcoreano, y el desarrollo de ICBM más avanzados.