Tras la conclusión de la X Cumbre de Líderes de América del Norte, que se realizó del 9 al 11 de enero de 2023, en la Ciudad de México, la Iglesia católica en este país manifiesta sus inquietudes ante los temas tratados y reitera “la necesidad de establecer acciones coordinadas entre los tres Estados que tengan como eje principal la dignidad de la persona y los derechos humanos”.
“Desde la Pastoral de Movilidad Humana como espacio de la Iglesia Católica encargada de las personas en contexto de migración, resaltamos la necesidad de establecer acciones coordinadas entre los tres Estados que tengan como eje principal la dignidad de la persona y los derechos humanos”. Es esta la petición que realizan los Obispos de México en un comunicado emitido por la Dimensión Episcopal de la Pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de México, en el marco de la conclusión de la X Cumbre de Líderes de América del Norte 2023, que se realizó del 9 al 11 de enero y en el que participaron el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Establecer acciones coordinadas entre los tres países
En dicha Cumbre se abordaron temas relevantes para los tres países, tales como: medio ambiente y cambio climático, competitividad con el resto del mundo, diversidad, equidad e inclusión, salud, migración y desarrollo y seguridad. Desde la Comisión Episcopal de Pastoral Social, los Obispos mexicanos piden que se establezcan acciones coordinadas entre los tres países que tengan como eje la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales. Por ello, los Prelados piden que se modifiquen leyes como, por ejemplo, el “Título 42” en los Estados Unidos, o “la política de alto total al tránsito de personas migrantes”, estableciendo grupos de detención en las fronteras de los países en donde se impide el paso a las personas, en muchas ocasiones violentando sus derechos humanos.
Protocolos para la salvaguarda de la persona
En este sentido, la Comisión Episcopal de Pastoral Social manifiesta su confianza en que, “después de la X Cumbre se implementarán estrategias y acciones en beneficio de las personas migrantes que buscan mejores oportunidades de vida para ellos y su familia”. Acciones que representen una seguridad jurídica y una certidumbre social y laboral en la cual sus derechos sean respetados en todo momento sin distinción alguna. Por ello, los Obispos exhortan “a los Gobiernos a crear e implementar protocolos de atención a las personas en contexto de movilidad en donde se actúe con un apego al marco local e internacional para garantizar y salvaguardad los derechos de aquellas personas que por algún motivo se ven obligados a salir de su país de origen”.
Compromiso de la Iglesia en la defensa de la dignidad
Del mismo modo, los Obispos confían en que este encuentro entre tres de los países más vinculantes de la región se traduzca en una implementación de políticas migratorias defensoras de la integridad física y emocional de las personas, en donde los procesos, los trámites y el acceso a una regularización o a un reconocimiento de refugio sea con apego a las leyes aplicables y no a una burocracia. El comunicado concluye señalando que, “esta Iglesia peregrina reitera su compromiso con las personas en contexto de movilidad para la defensa y promoción de sus derechos, apegado a los valores y principios con los que siempre se ha actuado, contenidos en el evangelio y su doctrina social cristiana”.
