Una vez más Guillermo Ochoa brilló con intensidad. Aunque apenas lleva dos partidos en Italia, el guardameta ya se convirtió en figura del Salernitana. Su actuación de este domingo le permitió a su equipo rescatar un punto tras igualar 1-1 ante Torino y alejarse de la zona comprometida. El mexicano atajó siete balones y tuvo intervenciones fundamentales.
Así como ocurrió el partido pasado ante el Milan, Guillermo Ochoa se vio obligado a sacar toda su calidad desde los primeros minutos. La defensa del Salernitana mostró marcadas deficiencias que pronto convirtieron al mexicano en héroe, con una buena reacción bajo los tres palos al atajar con los pies un disparo peligroso que le llegó dentro del área chica apenas a los siete minutos de partido.
El mexicano continuó con su buen accionar durante toda la primera mitad al sacar balones importantes, la más clara pasada la media hora, en una jugada vertiginosa por parte del Torino que culminó con un disparo al marco de Ochoa, el guardameta, sin embargo, estuvo atento y una vez más sacó con los pies.
Lamentablemente para Ochoa y el Salernitana, el agobio del Torino rindió frutos al minuto 36, en una jugada en la que nada pudo hacer el guardameta mexicano, con un gran remate de cabeza por parte de Sanabria que se coló pegada al poste derecho y que dejó al arquero sin posibilidad.
El agobio fue tal durante la primera mitad que el Torino disparó seis veces al marco, incluido un remate en los minutos finales que pegó en el palo y que de haber entrado habría aumentado la ventaja para los visitantes.
El Salernitana, consciente de todo lo que dejó de hacer en los primeros 45 minutos, fue otro durante el complemento y comenzó a generar peligro. La recompensa llegó pronto, apenas cuatro minutos después, con un buen gol por parte de Vilhena. El neerlandés llevó el balón desde el mediocampo y definió con un tiro raso y colocado que logró vencer al arquero.
A pesar de que el segundo tiempo fue mucho más tranquilo para Ochoa, estuvo sumamente atento en las dos oportunidades en las que tuvo que aparecer. El mexicano dejó dos atajadas de gran calidad, la primera tras un disparo a bocajarro por parte de Miranchuk que obligó a Memo a sacar una mano salvadora, mientras que la segunda contó con un gran lance para sacar un balón que amenazaba con colarse bien abajo, pegado al poste derecho.
Con el empate, Salernitana cortó una racha de tres derrotas consecutivas y llegó a 17 unidades, para alejarse un poco más de la zona de descenso de la Serie A.
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