Sinaloa se sumió este jueves en el caos. El Gobierno de México ha confirmado la muerte de 29 personas, entre ellas diez militares, durante la violenta operación para detener a Ovidio Guzmán, hijo del encarcelado narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán. Además, el arrestado ya ha sido trasladado a la prisión de máxima seguridad de la que su progenitor fue capaz de escapar; y mientras, existen dudas de la participación de Estados Unidos en la operación, aunque el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha negado tal extremo y las autoridades avisan de que la extradición de Guzmán hijo tardará.
En rueda de prensa, el secretario general de Defensa, Luis Cresencio Sandoval González, ha confirmado la muerte de otros 19 «transgresores de la ley» en referencia a los hombres armados que intentaron impedir la recaptura de Guzmán. Ovidio Guzmán, quien según el Gobierno es líder de la fracción de Los Menores, afín al Cártel de Sinaloa, fue aprehendido por las fuerzas públicas el jueves en Culiacán (en el noroeste del estado), en una operación que degeneró en una batalla campaña por toda la ciudad.
Otras 21 personas fueron detenidas en el curso de la operación, que se saldó sin víctimas civiles que lamentar, según Sandoval González. En la operación las fuerzas de seguridad se incautaron de un verdadero arsenal con cuatro fusiles de francotirador Barrett calibre 50 y otras seis ametralladoras del mismo calibre, 26 armas y 13 vehículos, cargadores, cartuchos y equipo táctico. Otras cuarenta camionetas fueron inutilizadas, de ellas 26 blindadas. «El Estado mexicano brindará todo el apoyo a las familias de los fallecidos», ha garantizado el secretario Sandoval, que al mismo tiempo agradeció a los militares el desempeño de su labor.
Pese a los rumores, López Obrador negó que Estados Unidos haya participado en la detención de Ovidio Guzmán, uno de los hijos del Chapo más buscados por Washington, y que la captura esté relacionada con la visita de Joe Biden. «No, ya les expliqué. Es una decisión que se toma y es de rutina. Lo más importante en nuestra estrategia es prevenir que la gente no tenga necesidad de dedicarse a la delincuencia», reveló en su conferencia diaria. «Actuamos con autonomía, con independencia, sí hay cooperación y la va a seguir habiendo, pero las decisiones las tomamos como gobierno soberano, independiente, y estas decisiones las tomamos en el gabinete de seguridad», enfatizó el mandatario.
La detención sorprendió al ocurrir días antes de la visita a México del presidente estadounidense Joe Biden, con motivo de la Cumbre de Líderes de América del Norte, lo que abrió la puerta a especulaciones sobre la posibilidad de que la detención del narcotraficante tenga relación directa con dicho evento. Y es que pese a las coincidencias, México avisó asimismo de que la extradición de Guzmán no va a ser ni mucho menos inmediata. «Es un proceso. Se hace la solicitud por parte del Gobierno, en este caso de Estados Unidos, pero se tienen que presentar las pruebas y ya los jueces en México deciden», espetó López Obrador, porque, recordó, el hijo del Chapo afronta también acusaciones penales en su país.